Reflexiones de vivir en el extranjero
Hay innumerables textos y artículos relacionados con la inmigración. ¡Esto es un hecho!
Pero, ¿cuál es el verdadero retrato de lo que pasa con cada individuo en su aventura de alcanzar sus sueños?
Podemos enumerar una serie de situaciones vividas, y sin embargo no podremos retratarlas todas. Son situaciones particulares de cada individuo, su entorno de trabajo, sus lazos de amistad, su nivel social e incluso educativo.
Lo que más preocupa, son las personas que suelen retratar estas situaciones, son el tipo de personas que no han vivido o hacen exactamente lo contrario de lo que dicen. Sí, hablo porque he vivido y presenciado muchas situaciones, hechos reales.
Qué fácil es explicar cómo se vive en un país, predicar normas y reglas que no se usan en la vida diaria. Exponer situaciones de las que nunca has sido testigo o predicar algo que no logras en tu propia vida.
Vea cómo los seres humanos utilizan los medios sociales para predicar la belleza de vivir en el extranjero, pero no para mostrar la realidad de vivir en otros países. Dejando claro que no son todos y no busco generalizar, después de todo, son simples reflexiones.
La vida lejos de la familia es dura, carece de comprensión y empatía por los demás. Pongámonos en la posición de los demás. El otro día un gran amigo al que tuve el placer de volver a ver en las redes sociales dijo: «No podemos minimizar el dolor de la trayectoria de los demás, sólo porque el sufrimiento de A es diferente al de B».
Mi dolor no es mayor que el de los demás, sólo es diferente. Son otras experiencias, otras situaciones, otras personas.
¿Quién no ha tenido nunca ningún dolor en su vida? Problemas financieros, salud, vivienda. Entonces, ¿qué hay de malo en tomar la sinceridad y la verdad en todo momento? ¿Por qué intentar parecer lo que no eres y lo que no tienes?
Sí, vivir fuera es complicado. No siempre tenemos verdaderas amistades, me refiero a la que es para cualquier situación. Muchos piensan que la amistad tiene que ser una ayuda financiera, recuerda que el amigo no es un banco y no siempre tiene dinero disponible para ayudarte. Otra situación es la amistad de conveniencia, sí la que dura mientras, una de las partes es la beneficiaria.
Viviendo fuera:
Significa estar lejos de todos los que dejaste en tu país o ciudad de origen. No estar presente en las reuniones de amigos y familiares.
Hacer viajes de hasta 14 o 18, dependiendo de la profesión.
Trabajando varias horas al día y corriendo el riesgo de que no se les pague, la mayoría de ellos suelen ser ilegales en estos países, y literalmente encuentran los picos para aprovecharse de la situación.
Es superar cada día de trabajo y llegar a casa teniendo que lavar, limpiar y cocinar.
Compartir una casa con varias personas de diferentes nacionalidades y costumbres.
Escuchar de los jefes que tu trabajo en un día determinado está mal hecho.
Peor aún, cuando no tienes trabajo por alguna razón, y tienes que buscar ayuda, en las iglesias, en la Cruz Roja o en sectores de las administraciones gubernamentales.
Ojo, muchos no tienen éxito porque como en todas partes, tenemos a los que no necesitan y se está beneficiando mes tras mes.
Pero vivir en el extranjero es adoptar la nueva ciudad o país, conocer sus costumbres, su historia y sus encantos.
Poder salir y decir hoy que viviré otro día con la esperanza de que fuera mi mejor opción.
He luchado con determinación y he logrado los objetivos propuestos en mi vida personal y profesional.
Despertar cada día sabiendo que puedes empezar de nuevo cada mañana, modificar lo que no funcionó ayer.
¡Crea una nueva oportunidad para alcanzar tus sueños!